La “Madre Pródiga” estaría concebida para hacernos negar la muerte y la Patria, trasladándonos al imperio de una Matria, vale decir, a un estadio civil que recibe de la ficción artística, primero, el poder de cancelar los atavismos y la obsesión por el protagonismo político del Estado-Padre (vigilia) y, luego, el don de fundirse en el manto biosocial de la Madre (sueño).